Relatoria Posverdad

María José Ospina

Información y Documentación

Martes y Jueves 4-6 p.m

Relatoria Posverdad y Fake News

¿La era del autoengaño?

Posverdad, un término que pareciera nuevo pero que en realidad se remonta hasta la época más antigua, porque ¿cuánto llevan los hombres persiguiendo la verdad? Sería imposible definir una fecha exacta.

Para nadie es un secreto que vivimos en un mundo donde los límites de lo verdadero y lo falso se han ido desdibujado con el tiempo, quizá más que antes o quizá simplemente ahora seamos más consientes de lo mismo, pero el hecho permanece vigente. Una noticia puede viajar por todo el mundo, invadir miles de pantallas, llegar a millones de personas y aún así ser absolutamente falsa, indudablemente cierta o tener cierto grado de verdad. La tecnología le ha dado el poder, antes limitado al gobierno y a los medios de comunicación tradicionales, a los ciudadanos de inventar, difundir y dejar a la opinión y a la capacidad crítica de cada uno si creer o no.

Ahora bien, es importante recordar lo que se mencionó anteriormente, mucho antes de la llegada de la tecnología ya existía la posverdad. Desde que surge la cultura y se construyen diferentes dinámicas de poder se da la posibilidad de engañar, ocultar o contar la verdad desde lo conveniente, todo controlado por los que tienen el poder. El cambio con la tecnología radica en las nuevas dinámicas de poder que se da gracias a este desarrollo, es interesante pensar que quienes tienen suficiente información para gobernar el mundo hoy podrían ser plataformas como Facebook o Google pasando incluso por encima de gobiernos y dictaduras, al fin y al cabo hasta Donald Trump se comunica con su esposa por WhatsApp.

Además de controlar desde el engaño, la tecnología nos ofrece la posibilidad de manipular y obtener lo deseado desde la data. Ahora que Google conoce todo lo que buscamos, todos los emails que enviamos, todas las series que vemos, tiene a su disposición una cantidad de información que pareciera infinita para guiar y conducir nuestros deseos mostrándonos el camino “correcto”, que al fin y al cabo pareciera ser el único. Series exitosas como “la casa de papel” probablemente basan sus últimas temporadas en lo que el espectador quiere ver, satisface las necesidades de quien la ve desde lo que conoce del mismo según el episodio más visto, el más comentado, los personajes más amados e incluso los más detestados.

Hoy en día suena ilógico pensar en los encuentros con marcas “azarosos”, sobretodo cuando se da en redes, porque lo más probable es que tus búsquedas e intereses hayan sido lo que combinado con ciertos algoritmos llevo a que ese mensaje promocionando ese producto te llegara a ti de toda la gente posible.

La cuestión está en desarrollar una capacidad crítica para analizar, reconocer y entender lo que vemos detrás de la pantalla para de esta manera ser consciente de lo que consumimos tratando de velar por alcanzar la máxima verdad posible desde lo que se nos comparte y evitar caer en la trampa de Fake News o dejarse llevar por publicidad invasiva y adquirir productos que quizá no necesitábamos. Ser ignorante en un mundo donde las posibilidades de alcanzar la verdad son mayores, aunque los retos crezcan de manera proporcional, ya no es una opción. La responsabilidad está en cada uno y el compromiso con la verdad debe ser cada vez mayor.